Los autores de la investigación, que se aprovecharon de la redundancia del código genético, publican sus resultados en la última entrega de ‘Science’.
Por Marcos Merino
Ciudad de México, 20 de agosto (SinEmbargo/Ticbeat).- Hackear un organismo para simplificar su genoma al tiempo que mantenemos (e incluso ampliamos) sus funcionalidades. Eso es lo que un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard ha logrado recientemente, reduciendo de 64 a 57 el número de codones (combinaciones de 3 nucleótidos, responsables de codificar los aminoácidos) del ADN de una Escherichia coli. Los resultados de su trabajo de investigación se han publicado en el último número de la prestigiosa revista Science.
Para lograr esta reducción de codones, los científicos han aprovechado la redundancia del código genético (dado que varios codones distintos pueden codificar las mismas clases de aminoácidos). En palabras de Matthieu Landon, uno de los autores del estudio y estudiante de postdoctorado de Harvard, “reducir siete codones parecía un buen equilibrio entre el número de cambios que parecían técnicamente posibles y el número con el que podría sobrevivir una célula“.
El sistema elegido para ello se basaba en reemplazar de manera sistemática cada una de las 62.214 localizaciones de estos siete codones por otros alternativos. Los científicos eliminaron en cada gen, por ejemplo, los codones ‘CCC’ y lo sustituyeron por ‘CCG’. de tal manera que no afectaron a la codificación de la prolina. Hasta ahora, los investigadores sólo han probado el 63% de los genes recodificados.
De esta manera, se ha logrado dar un paso fundamental hacia la meta de crear un organismo completamente recodificado. Los investigadores sostienen, además, que un organismo recodificado podría tener ‘funcionalidades jamás vistas en la naturaleza’. “La industria farmacéutica podría aprovechar las bacterias inmunes a los virus, que ahorrarían miles de millones de dólares en pérdidas causadas por contaminación viral”, señalan los autores en el estudio.
Los investigadores también abordan en su artículo el aspecto más conflictivo de las técnicas de reescritura no natural del código genético: su seguridad. Y es que muchos expertos temen que las proteínas diseñadas por el nuevo genoma de la E. coli podrían ser tóxicas y ser resistentes a virus, con el peligro sanitario que ello conlleva. Sin embargo, el equipo de Harvard sostiene que un organismo de este tipo no podría contaminar células naturales, dado que fuera del laboratorio presenta varias limitaciones.